Las artes de performance frente a público presentan grandes momentos de interacción con participantes y audiencias, compartiendo momentos de misterio y entretención, pero ¿ a quien debemos enfocar nuestros esfuerzos?

Hay mucha gente que puede decir que debemos pensar primeramente en nuestra audiencia o en la opinión de otros colegas. Personalmente mi esfuerzos lo enfoco exclusivamente en mi propio desarrollo como artista, sentirme pleno sabiendo que hago avanzar mi arte y que ello conlleva el poder compartir performances de una manera honesta y completa.

Puede sonar como una motivación muy egoísta, y lo asumo, pero realmente creo que si enfocamos nuestros esfuerzos en complacer al público o a otras figuras que respetamos, perdemos la capacidad de ser únicos y de poder compartir algo que nadie puede compartir, y simplemente nos amoldamos al molde del resto.

Ahora esta idea no implica el no poder recibir críticas, claro que sí, pero mi consejo es que las escuches teniendo un muy buen filtro. Retén solo las que provienen con un poder constructivo.

Al conocerte como persona y como artista puedes compartir tu unicidad al resto. El que no se conoce es imposible que pueda entregar una performance digna de atención.

¿Qué te hace distinto del resto?

¿Quieres complacer al resto o apuntas al desarrollo de tu arte personal?

¿Prefieres ser “conocido” o alguien digno de conocer?

Espero que estas líneas motiven tu actividad cerebral.

Toma estas ideas obviamente como lo que son, solo mi punto de vista.